martes, 16 de diciembre de 2014

PREMIO COPÉ 2014: Los Ganadores


Dicen que a veces las cosas ocurren de pronto, sin que te des cuenta.  Que lo que vale al final no es sólo la información que tengas, sino la acción…que es lo único que hará que las cosas cambien.

Hace unas semanas recibí un mail donde me informaban que soy una de las ganadoras de la edición 2014 del Premio Copé, en la categoría de Ensayo.  Fue genial enterarme.  Todavía recuerdo que ese día estaba a mil porque acababa de dar un examen súper importante para mí.  Estaba agotada y un tanto confundida…Entonces, apareció la noticia en la pantalla.  


Aún recuerdo el día que fui a dejar el trabajo a Petroperú.  Literalmente fue en el último segundo, esperando en medio de la Av. Canaval y Moreyra,  con una caja enorme de cinco copias y poco más de mil páginas en conjunto... Por alguna razón siento que muchas de las cosas que hago, por no decir casi todas, resultan siempre anecdóticas…aunque productivas claro que sí.  Será por eso que al final siempre colecciono recuerdos nutritivos y hasta divertidos de lo que me ocurre…

Por si aún no están familiarizados, el Premio Copé es el principal concurso de narrativa y poesía en el Perú.  Se realiza todos los años y este 2014 se presentaron las bienales de Cuento y Ensayo.   Organizado por Petroperú, lo que busca es promover nuevos escritores y consagrar a los ya experimentados.

Había querido participar desde que estaba en la universidad.  Pero los años pasaron tan rápido que no me di cuenta.  Y, como en estos últimos meses todo ha ocurrido a la velocidad de la luz, fue a ese mismo ritmo que finalmente decidí presentar la investigación. Llegó julio, luego agosto con su fecha límite y a fines de noviembre me enteré del resultado.


Ha sido estupendo recibir la noticia, por lo que representa haber participado en un concurso de literatura a nivel nacional.  Pero fue lo máximo haber ganado con un trabajo que aborda el tema de la bulimia y la anorexia.  Poner un granito de arena en la lucha contra estos dos monstruos significa muchísimo para mí.

Durante años he sido testigo del sufrimiento de muchas mujeres de todas las edades, razas, religiones, niveles socioeconómicos, nacionalidades y otras diferencias que finalmente se diluyen ante estas patologías fatales.  Chicas que se mueren a diario, o mejor dicho que se matan día a día,  por obtener una perfección física que al final no existe.  Familias enteras y círculos de amigos involucrados que no logran hacer nada ante este suicidio lento. 

Para algunas, las salidas no abundan. Y las cosas se complican mucho más cuando no hay suficiente información ni lugares a dónde acudir para pedir ayuda, como ocurre en nuestro país. 


Lo importante es prevenir y recordar siempre que el cuerpo perfecto, tal y como nos lo muestran todo el tiempo en los medios, simplemente no existe. No naturalmente. Y que nadie brilla o flota en el viento como suelen inmortalizar a las mujeres idealizadas del papel cuché.

La mujer real tiene imperfecciones en todas partes y eso no la hace mala, fea o menos.  Quien no las tenga que tire la primera piedra y muestre la nariz prestada por Pinocho.  La mujer real es hermosa como es.  En nuestro caso particular  ¿Creen realmente que un cuerpo latino puede carecer de toda peca, mancha o marca?  Las curvas no se forman del viento…Y eso es lo que las hace más lindas.

Saben que soy comunicadora de profesión, periodista por especialización y escritora por vocación.  No hay nada, absolutamente nada que disfrute más que escribir.  A veces sobre realidades, como en el caso de esta investigación y otras sobre historias que únicamente la mente puede inventar…Me fascina escribir y cuando lo hago, el tiempo no existe.


Como les dije en el post anterior, es adorable cerrar el año con esta noticia.  ¡Estoy feliz! Por esta y por otras más.

Se viene la ceremonia de premiación, les cuento luego qué pasó.

Besos. Y gracias por estar ahí, del otro lado de la pantalla…leyéndome.

Lucy.


2 comentarios:

  1. Qué lindo Lucy felicitaciones!!!
    Siempre te leo en la oficina, besos también. Ale

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